Resumen
En el estigma de Crocus sativus L. se han identificado los derivados carotenoides crocina y crocetina como los componentes mayoritarios de la especia del azafrán. El azafrán se emplea principalmente como aditivo culinario y como colorante, aunque hasta el siglo XVII ha sido una planta medicinal. Más recientemente se ha estudiado su uso como agente antitumoral, debido a sus propiedades como antioxidante (Abdullaev, 1993; Nair y col., 1995; Escribano y col. 1996; García-Olmo y col., 1999; Fernández y Escribano, 2000).
Los carotenoides son uno de los grupos más diversos y ampliamente distribuidos de pigmentos naturales. Desempeñan un papel fundamental como protectores frente al estrés oxidativo y son, en parte, los responsables de las diversas coloraciones y del aroma característicos de los productos de algunas plantas como el tomate y el azafrán.
Debido a la importancia de los carotenoides, las enzimas responsables de su biosíntesis, desde fitoeno a zeaxantina, han sido caracterizadas en muchas especies vegetales, y aislados los genes que las codifican (Hirschberg, 2001). Sin embargo, se desconocen la mayoría de los genes que codifican las enzimas involucradas en la biosíntesis de los subsiguientes productos derivados, los apocarotenoides, con una función importante en el ámbito metabólico y hormonal. Además, su caracterización está dificultada debido a que muchos de estos compuestos suelen ser específicos de una especie vegetal en particular. Nuestro interés se centra en la identificación y en la caracterización de los genes que están involucrados en la síntesis de las enzimas que controlan las etapas de síntesis de estos derivados carotenoides del azafrán, con el objetivo de que puedan ser posteriormente empleados en ingeniería metabólica en azafrán, en otras plantas de interés agronómico y en biotecnología de microorganismos (Gómez-Gómez y Fernández, 2001).